El tejido a telar es algo hermoso, muchas veces no reconocido por quienes no conocen mucho al respecto, pero que para quienes lo rea
lizan es algo que hacen con mucho cariño, unido al esfuerzo que ello significa.
Para entregar un trabajo bien terminado, lleva mucho tiempo, desde el lavado de la lana, pasando por el secado, teñido e hilado, llegando a la confección de un poncho o manta que los huasos lucirán en las diferentes medialunas de Chile.
Pero para una artesana de este tipo hay una gran preocupación, la renovación natural de las más antiguas, es por ello que ver realizar este trabajo en familia no deja de sorprender.
Es el caso de la hermanas Rosa, Gladys y Sandra Gallardo, quienes trabajan con una hija de esta última, quien ya da los primeros pasos en el arte del tejido a telar, todas oriundas de Chépica.
Cuando se le consulta a Rosa, respecto a los inicios, responde:
´´ Comencé en el tejido a telar hace más de 35 años, por herencia familiar y porque me gusta mucho, me siento muy realizada, me ha permitido conocer el país exponiendo nuestros trabajos´´.
Consultada por la recepción de los mismos, dice:
´´En todos los lugares ha sido buena, a veces la venta es buena, en otras no, pero los clientes llegan a la casa, eso es lo importante para nosotros, seguir teniendo clientes´´.
Cómo consiguen la materia prima es algo muy importante para ellas:
´´En la zona hay lanas, pero igual debemos buscar en otros lugares por la variedad de colores´´.
Para ella la mayor satisfacción es entregar un trabajo finamente terminado:
´´Cuando realizo los trabajos mi mayor anhelo y alegría es realizar algo de buena calidad, lo que se ve reflejado en los agradecimientos de los clientes al recibir su trabajo, el que siempre lo encuentran bonito, es un orgullo hacer esto, algo que realizo por muchos años´´.
Su prolongación en el tiempo no será posible, ya que tiene dos hijos hombres y no les gusta este trabajo:
´´Prolongarme en el tiempo no será posible, tengo dos hijos hombres y no les gusta este trabajo, cuando yo muera todo llegará hasta ahí, pero parte de mi hermana Sandra creo que seguirá la cosa, ya que tiene dos hijas, hace poco tiempo una ellas me ayudó porque yo estuve enferma de las manos y mucho dolor en los brazos, ella lo hace bien a pesar de su corta edad´´.
El tiempo para confeccionar una manta también lo cuenta:
´´Una manta de huaso demora un poquito más, una semana la huincha y otra semana la parte de adentro, en la otra me demoró casi 3 semanas, trabajando no muy lento, en las otras más chicas me demoró una semana´´.
El telar en el que realiza los trabajos no tiene secretos para ella:
´´Para mí que aprendí a usarlo desde chica, no tengo problemas, la que quiera aprender creo que no le será difícil, el telar María es más complicado´´.
También su hermana Gladys algo cuenta sobre este hermoso trabajo:
´´Es algo que me gusta hacerlo, es un apoyo en lo económico. Yo empecé en esto porque me gustaba, mi mamá sabía hilar pero no tejer, las hermanas de ella si tejían, por ese lado está la veta de los tejidos´´.
Cuando se le pregunta que significa trabajar con las hermanas, dice:
´´ Es un agrado, son mis hermanas y hay que apoyarse unas a otras, me siento realizada trabajando con ellas, pero me preocupa que la juventud no se interese, ojalá tengamos más mercado para vender y por ahí a lo mejor se interesan los jóvenes´´.
