Desde tiempos inmemoriales, la manta y el poncho de lana, a telar, ha sido siempre ligado a nuestras tradiciones, como algo hermoso, pero a la vez de mucho sacrificio.
Quienes están ligados al campo y al rodeo desde hace largos años, lo recordarán, tener un poncho de esa naturaleza no era de todos los días.
Hoy el avance de la tecnología y el modernismo han causado estragos en esta artesanía llena de amor, dedicación y mucho esfuerzo.
En nuestra querida Provincia de Ñuble, aún quedan de estas artesanas, claro que en menos cantidad que en antaño, en la Comuna de Coihueco, Sector de Minas del Prado, reside la entrevistada de esta oportunidad, Marta Elena Urra Vizcay, (57), artesana, quien prácticamente lleva toda una vida en esto del tejido a telar parado, de eso y otras cosas relacionadas al tema, nos cuenta:
´´Yo llevo 50 años en esto del tejido a telar, lo que me ha permitido ser monitora en esta artesanía´´
¿Qué significa para Ud?
´´Para mí es un orgullo muy grande realizar esto y representar a mi sector de Minas del Prado y también mi pueblo´´
¿Cómo es el trabajo en sí?
´´Es muy lento, y a la vez ha ido bajando cada vez más, la cantidad de cultoras, antes habíamos varias, ahora creo que no quedan más de diez ejerciendo este trabajo´´
¿A qué lo atribuye?
´´Hay varios factores, entre ellos está el hecho que la gente no paga lo que vale un trabajo de esta naturaleza, no reconocen el sacrificio de ello, no lo pagan, nosotros lo hacemos como una manera de que esto no muera´´.
¿Qué es para Ud. el tejido a telar?
´´Es algo maravilloso, mi madre me lo enseñó a corta edad, es un recuerdo muy hermoso que me dejó, linda herencia, no pienso dejarlo´´
¿La juventud se interesa en ello?
´´No, no le llama la atención, porque el proceso es lento, se vende poco, han aparecido tantas alternativas y adelantos, la gente prefiere lo que se hace en la ciudad, y con otras mezclas, no solamente lana natural´
¿Cuál puede ser una solución?
´´Motivar a la juventud, hacer talleres en los colegios, enseñárselo a los niños, para que le tome cariño a esto, lo digo por experiencia propia, yo le tomé cariño a los siete años, y moriré con esto´´
¿Cuesta aprender?
´´No, para mí no fue difícil aprender, como veía a mi mamá hilando y tejiendo, no me costó´´
¿Ud. también enseña?
´´Sí, soy una persona que me gusta enseñar esto, he realizado talleres en los Consultorios, porque esto también es como una Terapia para la Salud, lo he realizado con gente depresiva, en Tres Esquinas de Cato, Coihueco, en Chillán, y como yo soy Monitora en Telar he tenido apoyo del Municipio, pero está faltando enseñar desde pequeños a los niños en los colegios, para motivarlos, porque en Chile cada vez son menos los lugares donde se trabaja en este tipo de telar mapuche´´
¿Cuánto tiempo para realizar un poncho o manta?
´´Bueno desde la compra de la lana, lavado, el hilado y hasta el término del trabajo, dos meses´´
¿El Agricultor y los Corraleros compran sus productos?
´´Cada vez menos, creo que lo hacen en otros lugares, le dan preferencia a la mezcla con acrílicos,
las mantas y ponchos de lana natural ya no las buscan como antes´´
¿Alguien más en la familia dedicada a esto?
´´Afortunadamente sí, tengo una hermana y ahora una nieta de doce años, que es la única que se interesó, y ya ha aprendido un poco, me alegra mucho porque creo que quedará algo a futuro´´
¿Qué otras cosas aparte de las mantas?
´´El antiguo ´´choapino´´, hoy alfombras, un trabajo muy hermoso, pero súper lento, más lento que las mantas, el doble de trabajo, también pieseras y frazadas´´
Una artesana de Minas del Prado, que ama lo que hace, sus palabras llenas de alegría y pasión por lo que hace, reflejan su deseo de prolongar en el tiempo esta hermosa artesanía.
A modo de despedida nos dice:
´´ No soy egoísta, me gustaría enseñarle a muchos jóvenes, para dejar un legado y esto no muera, ojalá el Municipio apoye, sería lindo´´
