Una buena alimentación para un potro comienza durante la gestación, con una dieta correcta de su madre sobre todo en el último tercio.
Si su madre está delgada, o tiene una alimentación pobre o desequilibrada, el futuro potro desarrollará problemas de crecimiento y de defensas, entre otros.
Por todo esto, para tener un caballo adulto sano ya debemos de pensar en la alimentación de la yegua, de la que hablaremos en un próximo artículo.
Hoy hablaremos de cómo alimentar correctamente a un potro hasta los 18 -24 meses. Todo lo que no hagamos bien en este periodo no se puede recuperar después.
Vamos a dividir en dos partes las etapas alimenticias:
1. Alimentación adecuada del potro lactante hasta el destete
Uno de los momentos más críticos para el desarrollo saludable del potro son sus primeras 24 horas de vida.
Primeras 24 horas: el calostro
El calostro es la primera leche que la yegua produce después del parto.
La importancia del calostro es doble. Por un lado está el aporte de alimento adecuado a las necesidades del potro recién nacido y por otro el aporte de defensas contra enfermedades. Estas defensas las aporta el calostro gracias a las inmunoglobulinas.
Hasta las 3 o 5 semanas de vida, el potro no es capaz de producir por sí mismo anticuerpos suficientes para sus defensas contra infecciones. Mientras tanto su salud será defendida por los anticuerpos que haya tomado de su madre gracias al calostro.
Pero tenemos un problema: el potro solo asimila esos anticuerpos en grandes cantidades hasta las 12 horas de vida. A partir de las 12 horas la capacidad de asimilarlos va decreciendo de tal manera que hacia las 24 horas casi es nula.
Si el potro no puede acceder a la yegua o esta no produce leche, hay que suministrarle calostro de una manera u otra:
Ordeñando a la madre manualmente.
Sacando calostro a la yegua con jeringa.
Es un método casero más rápido que el ordeño. Para ello necesitas una jeringa de 60 ml de las que se puede sacar el émbolo fácilmente.
Se corta por la parte más cercana a donde se insertaría la aguja.
Se saca el émbolo y se introduce por el corte, de modo que queda colocado al revés de lo normal.
Se extrae la leche lentamente.
Llamando al veterinario para que haga una transfusión de plasma materno.
Suministrando calostro de otras yeguas que previamente se había conservado congelado en previsión de problemas.
Dando preparados comerciales especiales –calostro liofilizado– para potros sustitutivos del calostro
Dieta desde el día 2 hasta 2-3 meses
El potro se alimentará de leche materna o leche maternizada, o ambas si la yegua no produce lo suficiente.
Comenzará a mordisquear jugando con todo a su paso, probando el heno o la hierba y a partir de la tercera semana ya se le puede introducir el pienso que tomará hasta los 8 meses.
Esta es la mejor forma para ir acostumbrando el sistema digestivo del potro a la transición de la alimentación láctea a la alimentación únicamente seca tras destete.
Debes de vigilar que no pueda acceder al pienso de su madre
Dieta desde los 2-3 meses hasta el destete del potro
A partir del tercer mes el potro acelera su crecimiento y la producción de leche de la yegua comienza a descender, por eso al segundo o tercer mes hay que suministrar al potro un pienso especialmente formulado para él o no se cubrirán sus necesidades nutricionales.
La introducción del pienso debe de ser gradual y las cantidades dependerán de factores como cantidad y calidad del forraje disponible.
Para que te hagas una idea, estas son unas raciones aproximadas:
1er mes: 150 g
2º mes: 250 g
3er mes: 350 g
4º mes: 400 g
5º mes: 450 g
6º mes: 500 g
A los 5 o 6 meses, si lo has hecho bien, el potro y la madre estarán preparados para un destete poco traumático y paulatino.
.2. Dieta del potro desde el destete hasta los 24 – 30 meses
Ahora el potro ya no toma leche y depende enteramente del pienso y el forraje que le aportemos.
Forraje: lo ideal es que los potros estén en manada y en libertad, tomando hierba solamente o combinándola con heno si la hierba es insuficiente, como puede suceder en verano y en invierno.
Pienso: es el momento de hacer la transición del pienso de iniciación o starter a un pienso de continuación. Ten en cuenta que esta transición se ha de hacer paulatinamente en una semana o diez días.