

Dentro de lo que se vive en las medialunas, los asistentes siempre ven el lado en que las personas o amigos corren la vaca en búsqueda de los puntos que les permitan completar para los Selectivos, pero en muchas ocasiones se pasa por alto todo el trabajo y la vida que hay detrás de un jinete, de un arreglador, o de cualquier persona que dedica su vida a los caballos.
En ese sentido, Entre Quinchas quiso conversar con Patricio Medina, gran corredor que cada fin de semana dice presente en las medialunas con sus compañeros y también, sin duda, con su familia.
“Esto se hereda de mis padres y mis hermanos mayores. Mi padre arregló caballos toda su vida y de ahí partió esto, ahí picó el bichito“, comenzó señalando Patricio Medina. Y agregó que “yo partí corriendo a los 15 años. Ya son treinta años mas o menos. He andado harto. A los 17 años me fui a trabajar caballos a Cauquenes, tuve varios compañeros y después me fui a Santiago“.
Su experiencia sin duda es reconocida ampliamente en el mundo corralero y, en ese sentido, Medina señala que “hay que irlo transmitiendo“, al referirse a su hijo Benjita que también ha ido integrándose de muy buena manera a la corredura en vaca.
“Hay que trabajarlo en la casa, que vaya agarrando experiencia y Dios me de vida para verlo seguir adelante. Él está haciendo camino en el rodeo pero cuidando sus estudios y se le han inculcado los estudios. Uno no los terminó por los caballos, pero él al igual que sus hermanos están avanzando en sus estudios y con los caballos”, señaló.
Sobre su actualidad en la actividad corralera, Medina indicó que “estoy con dos compañeros, Claudio Krause y Víctor Caro, además de mi hijo Benjita. Ha costado un poco pero hemos estado ahí de a poquito sumando. Hemos salido a correr algunos rodeos interasociaciones afuera y hemos estado ahí, pero quedan rodeos aún y seguiremos corriendo. Hemos quedado en cuartos lugares, pero seguiremos buscando los puntos y el requisito para completar“.
Finalmente, Medina fue consultado sobre los cambios que se han implementado en los Clasificatorios, donde se han suprimido los Clasificatorios de Repechaje. “Uno completando todo parte de cero. No es un rodeo fácil, es totalmente competitivo, donde llegan las mejores colleras de cada asociación y se pone todo más difícil. El que haya una sola oportunidad no es muy justo porque si un caballo llega resentido ya no compite en igualdad, ya no rinde de la misma manera. El trabajo de toda un temporada, de todo un año, va a terminar en un solo rodeo“, cerró.




