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May 24

QUINCHAMALI Y SU GREDA, UN PATRIMONIO CULTURAL QUE SE DEBE CUIDAR.

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Por Patricia Matus Navarro.

0A 30 kilómetros al Poniente de Chillán se encuentra Quinchamalí, localidad conocida por sus ricas cerezas y muy en especial por su greda, la que es conocida a nivel internacional.

Son las sacrificadas mujeres chilenas residentes ahí, las que principalmente conocen y manejan la técnica del trabajo con la greda, tradición que se ha ido traspasando de generación en generación, algunas la han aprendido por enseñanza y otras por condiciones naturales y la convivencia diaria con este arte.

La ceramista puede modelar muchas piezas inspiradas en figuras conocidas o dar paso a su creatividad elaborando piezas inventadas por ellas mismas o tener como inspiración cualquier pieza de uso doméstico, aves o figuras tradicionales, aplicando su técnica.

El proceso de la greda no es fácil, es de esfuerzo y sacrificio, tiene muchos pasos que se deben realizar cuidadosamente, desde la recolección de la greda hasta el desarrollo del proceso de elaboración de las piezas y así poder lograr un buen resultado, la greda de Quinchamalí es muy distinta a las gredas de otros lugares del país.

Quinchamalí ha tenido cultoras por muchas décadas, pero poco a poco se han ido extinguiendo, algunas con muchas secuelas en su salud, por el constante trabajo con la greda, que debe hacerse con agua y en frío, produciendo artrosis en muchos casos.

Quienes actualmente trabajan en ello, son las últimas generaciones que van quedando, y se mira con mucha preocupación la prolongación de ellas en el tiempo, en gran medida dependerá del apoyo de las Autoridades de la Cultura.

Todo comienza en el verano, período en el cual se recolecta la greda, arena y tierra amarilla, la que se usará durante el año para el proceso de fabricación de la greda, para ello deben recorrer varios kilómetros para encontrar buenas minas de arcilla y arenas.

La greda recolectada se guarda en bolsas o tambores de plástico con agua, así se remojan los terrones más duros y se pudre la materia orgánica.

Una vez que toda la greda se ha ablandado, se agregan la arena  y la tierra amarilla a la arcilla, logrando la mezcla final que se usará en el modelado.

imagesPosteriormente la pasta se amasa a dos técnicas distintas y en ese proceso se van limpiando las impurezas que pueden haber quedado. fraccionando luego la pasta y se reserva posteriormente para usarla en el armado de las piezas.

El armado se realiza de dos maneras diferentes, dependiendo si la pieza es utilitaria u ornamental, también llamado de líneas abiertas o cerradas. En el caso de las figuras cerradas se confeccionan dos tapas, que luego se unen con barbotina, una arcilla más licuada, y en el caso de ollas o fuentes se confecciona la base y luego las paredes, las que se unen con la misma arcilla licuada que en sistema de tapas.

Finalmente se agregan las decoraciones, patas o asas a cada pieza, raspando el área donde se van a poner, pegándolas con barbotina y presionándolas para fijarlas. Este proceso se llama ´´encachar´´.

Antes que la pieza se seque se realiza el bruñido, primero mojado con agua de greda y luego seco, previo a que la pieza se seque totalmente, este proceso es el que le da la terminación brillante a la pieza.

La quema se lleva a cabo una vez que la pieza está totalmente seca, dejándola al aire libre en verano, o cerca de la cocina a leña en invierno, la quema puede hacerse de dos formas para lograr el acabado negro, en ambos casos se arman capas de piezas sobre leña, y se calientan lentamente. Recién cuando la pieza está al rojo vivo se le introduce en guano de caballo o en aserrín de álamo, que al permitir una quema lenta y en ausencia de oxígeno, le da el lindo tono negro que caracteriza a la greda de Quinchamalí, también existen técnicas para obtener color rojizo o café.

Es importante señalar que los característicos dibujos en blanco de esta cerámica, se logran pasando un paño con pintura de arcilla blanca o caolín por la pieza, luego esta se frota nuevamente, quedando el color blanco bajo relieves dibujados en el proceso de esgrafiados.

Cabe destacar, que en los últimos años se ha visto con mucha preocupación que la renovación de generaciones en esta actividad se ha visto disminuida, esto debido a que la juventud no ha mostrado interés por seguir la huella de su familia.

 

 


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